En primer lugar, se limpian los dientes y se eliminan los residuos. Luego se toma la impresión para obtener una copia exacta de su diente. La capa que se va a adherir a los dientes está elaborada con material de porcelana. Finalmente, al igual que con los sistemas adhesivos (bonding), los laminados se fusionan con resina (un adhesivo intermedio) a la superficie del diente existente.

Personas de todas las edades pueden beneficiarse del tratamiento laminado. Sin embargo, no se recomienda aplicarlo en casos en los que existan malos hábitos como trastornos de la mandíbula, morderse las uñas, morderse el lápiz y daño severo de las encías. Para tomar la mejor decisión al respecto, es importante que nuestro médico cumpla con su película de rayos X y el hecho de que tome fotos de sus dientes en la posición de mordida y las suba al sistema. Los laminados se pueden utilizar durante años sin ningún problema con un buen cuidado bucal. Porque están fabricados en porcelana con propiedades superiores a otros sistemas adhesivos (bonding). Son más resistentes a las manchas y la abrasión. Es necesario prestar atención al cuidado bucal para alargar su vida. Además, es necesario evitar morder alimentos muy duros y malos hábitos como morderse las uñas.